Si eres de las personas que todos los días desayunas galletas o bollos este artículo te va a interesar.
A pesar de que los aceites vegetales (oliva y girasol) son los más saludables para nuestro organismo, suelen tener poca estabilidad, o sea se estropean con facilidad, a causa de la luz, el calor o el oxígeno. Esto es un problema para la industria alimentaría, que necesita que los alimentos duren mucho tiempo y que no se enrancien. Por ello, crean las grasas hidrogenadas o trans.
Estas se consiguen metiendo a las grasas poliinsaturadas como el aceite de oliva o el de girasol hidrógenos, transformándolas en grasas saturadas y de esta manera tienen una consistencia más sólida y una mayor perdurabilidad.
Son las preferidas de los fabricantes de comida industrial, por su textura, estabilidad y coste barato. Estas se encuentran en multitud de alimentos: bollerìa industrial, biscotes, aperitivos salados, palomitas de microondas, patatas fritas, platos precocinados, pizzas, chocolate y margarina.
Estas grasas aumentan los niveles de colesterol malo (LDL) y reducen el bueno (HDL). Se comportan como las grasas saturadas y son igualmente perjudiciales para la salud.
Es conveniente evitarlas o reducir su consumo. Para eso debemos interpretar las etiquetas de los alimentos. Leyéndolas no siempre podemos identificar en que alimentos se encuentras estas grasas hidrogenadas. Por desgracia hasta ahora no es obligatorio identificarlas, esperamos que en poco tiempo pueda cambiar la legislación.
Hay algunas pistas que nos pueden ayudar. Por ejemplo si ves que en la lista de ingredientes se indica que contiene “grasas vegetales”. En este caso seguramente se trate de grasa que han sido hidrogenadas o bien son aceite de palma o coco, que son también grasas saturadas. En la etiqueta tiene que poner aceites vegetales, estas serían las saludables.
El consumo excesivo de este tipo de grasas (hidrogenadas o trans), aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Cómo ya hemos dicho este tipo de grasa al igual que la saturada se relaciona con un aumento del colesterol y los triglicéridos, lo que contribuye a la aparición y desarrollo de enfermedades cardiovasculares, por lo que hace que sea especialmente importante que personas con niveles elevados de colesterol, triglicéridos o que sufran cualquier tipo de enfermedad del corazón, evite al máximo el consumo de alimentos que contengan grasas hidrogenadas o trans.
Pero siempre hay que hablar desde la cordura, el problema real viene si tu dieta es rica en bollería industrial, galletas, pizzas, patatas fritas… por comerlas de forma puntual, si estas sano, no pasa nada.