Las bebidas destiladas o espirituosas son aquellas bebidas procedentes de la destilación de uvas, frutos secos, remolacha, caña, fruta… Así se produce el Brandy (destilación de vino y posterior envejecimiento), el Whisky (destilación de cereales y su posterior envejecimiento en barricas de madera), la Ginebra (bayas de enebro), el Vodka (patata, trigo y centeno) o los licores entre otros.
Las bebidas destiladas contienen etanol, que es el alcohol apto para el consumo humano que está presente en todas las bebidas alcohólicas. Pero estas contiene un grado alcohólico mucho más elevado: pasamos de los 4º de la cerveza, 12-14º del vino a los 40º de la ginebra o el whisky.
Aunque sino bebemos alcohol no pasa nada, se sabe que este en pequeñas cantidades es bueno para la salud cardiovascular. Pero ¿cuanto podemos beber? Se recomienda una lata de cerveza o una copa de vino o un chupito de bebidas espirituosas. Pero claro está que hay que elegir entre las tres opciones, ya que sino estaremos abusando del alcohol.
Hay multitud de bebidas elaboradas por destilación y se distinguen entre otras:
- Whisky, que puede ser Escocés, Irlandés o de Estados Unidos o Canadiense.
- Vodka; los de Europa oriental básicamente se elaboran a base de patata y cereales y los occidentales a partir de cereales.
- Ron; se produce a partir de caña de azúcar.
- Brandy o Cognac; a partir de la destilación de vino o frutas molidas fermentadas (manzana, cereza, ciruela…) y añejados en toneles de madera.
Durante siglos, las bebidas espirituosas se han utilizado como reconstituyentes, medicamentos para todo tipo de dolencias, fomentándose en consecuencia el interés por la mejora de su sabor.
Poco a poco se fueron añadiendo a las fórmulas distintos elementos, como bayas, frutas, semillas, hierbas, café…
Así, estas bebidas suelen tomarse en la sobremesa o como aperitivos, bien solas o acompañadas de refrescos o zumos (en tal caso es mejor tomar bebidas light, así no aumentaremos su valor calórico). También las añadimos a postres como las tartas de licores o los bombones.
En general debemos saber que este tipo de bebidas sólo nos aportan alcohol, ya que no contiene ningún nutriente; aunque se pueden consumir, debido a su alta graduación alcohólica, se aconseja no tomar más de un chupito al día.