Los vinos se dividen en jóvenes o del año, que son los que se embotellan después de la fermentación alcohólica, y los de crianza, que son los que pasan un tiempo en barrica de roble (al menos un año). Tanto los jóvenes como los de crianza pueden ser blancos, rosados, tintos, aunque los de crianza normalmente son tintos. El tiempo de permanencia de un vino tanto en barrica como en botella, determina que sea Crianza, Reserva o Gran Reserva.
Pero ahora nos vamos a adentrar en la gran duda ¿es bueno el vino para el corazón? y en tal caso ¿cuanto deberíamos beber?
Según la Asociación Americana del Corazón: numerosos estudios científicos han abordado el consumo moderado del alcohol y su asociación con el menor número de muertes por enfermedades del corazón. La mayoría de las investigaciones sugieren que los beneficios pueden deberse al consumo de vino, especialmente el tinto; ya que es una bebida rica en flavonoides (que dilatan las arterias), taninos y polifenoles (presentes en las semillas y en la piel de la uva), estos son antioxidantes que luchan contra los radicales libres. Además contiene reveratrol, esta sustancia está relacionada con un menor riesgo de inflamación y coagulación de la sangre, lo que hace que la sangre este más licuada y eso tiene un efecto preventivo sobre el desarrollo de enfermedades cardiacas.
Pero aunque el vino es muy beneficioso hay personas que lo tienen contraindicado por el efecto tóxico del alcohol (embarazadas, niños, adolescentes, enfermos hepáticos…) y también tiene un efecto hipoglucemiante (baja el azúcar de la sangre) por lo que deben tener cuidado los diabéticos.
En general, cuando se habla del efecto cardioprotector del vino, se hace referencia a su consumo moderado o lo que es lo mismo una copa al día, idealmente en la comida. Si abusamos del vino tenemos que saber que un sobreconsumo excesivo y a largo plazo de alcohol (contenido también en el vino) está fuertemente vinculado a problemas del corazón, derrames cerebrales, hepatitis, cáncer, diabetes y la muerte.
Así que si eres abstemio ( no bebes alcohol), está bien. Y si quieres comer con vino, no tomes más de una copa.