Hay un dicho “el desayuno debe ser de reyes, la comida de príncipes y la cena de mendigos”; entonces por qué nos saltamos el desayuno. Este, aunque no nos demos cuenta, es la comida más importante del día y, sin embargo, desayunamos deprisa, muchas veces incluso de píe y cualquier cosa, llamamos desayuno a un café con leche.
Tenemos que ser conscientes, que el cuerpo mientras duerme sigue consumiendo energía, ya que la necesita para que funcione el corazón, los pulmones, reparar nuestros músculos… y cuando nos levantamos llevamos, al menos, ocho horas sin probar bocado. Así que al despertar el cuerpo está bajo mínimos y necesita comer para empezar bien el día.
Si no desayunamos y, aunque inicialmente no sintamos hambre, éste aparecerá de golpe y sin previo aviso, lo que nos llevará, probablemente, a comer cualquier dulce, bollo o galleta que se cruce en nuestro camino.
Es importante tener presente que el desayuno debe aportar un 20-25% de nuestras necesidades energéticas, lo que es lo mismo que decir que requiere de 400 a 500 kcal. Lo ideal es usar de quince a veinte minutos para desayunar, hacerlo sentado y disfrutar del mismo, deleitarnos con los sabores y olores que nos reconfortan a primera hora de la mañana.
Otro problema que a veces aparece es que nos falta imaginación para hacer al desayuno una comida apetecible y no monótona, y al final, acabamos tomando siempre el mismo y aburrido desayuno de galletas María con café con leche.
No nos olvidemos que para que sea completo un desayuno debe llevar un cereal (pan, cereales de desayuno o galletas María), un lácteo (si estamos intentado adelgazar que sea desnatado), una fruta y un vaso de agua.
Por lo que te aportamos algunas ideas originales para hacer más apetecibles tus desayunos:
- Tostada de aguacate con naranja. En una rebanada de pan tostado untamos medio aguacate maduro y lo coronamos con unas rodajas de naranja. Acompañar de un vaso de leche.
- Macedonia con cereales. En un bol echamos dos puñados de cereales de desayuno, mejor si son integrales y troceamos un plátano, cuatro fresas y un yogur natural batido.
- Crema de avena con ciruelas. Coceremos un vaso de leche y le añadiremos un puñado de copos de avena, dejarlo al fuego quince o veinte minutos y luego triturar. Servir con trozos de ciruelas pasas.